jueves, 18 de junio de 2009

EL MISTERIO DE LAS CARAS DE BELMEZ DE LA MORALEDA

LAS CARAS DE BELMEZ SIGUEN SIENDO UN ENIGMA HOY EN DIA, PERO ¿QUIEN FORMA Y POR QUE ESAS MISTERIOSAS IMAGENES EN LAS PAREDES Y SUELOS ?


Un poco de Historia
Circundando las entrañas de la Sierra Mágina en las inmediaciones provinciales de Jaén, se enclava un pequeño y acogedor "pueblecito" denominado Bélmez de la Moraleda. Es raro la persona relacionada o estudiosa de las parapciencias de todo el mundo, que no haya oído hablar de este pueblo. Cuando se escucha Bélmez de la Moraleda, en seguida se asocia a unas caras, pero... ¿ que caras ?.Si, en efecto, podemos asociar al pueblo de Bélmez de la Moraleda unas caras, unas formaciones teleplástias que asemejan rostros y bustos que parecen de seres humanos. El día 23 de Agosto de 1971, Bélmez de la Moraleda estaba sometido a un caluroso día de verano, pero a pesar de ello en el interior de las casas se agradecía el frescor que proporcionaban las gruesas paredes. Doña María Gómez, cocinaba tranquilamente en la cocina de su casa realizando los menesteres propios, cuando de repente se percató de que en el suelo junto al fogón, había una extraña mancha. La mancha después de haberla examinado concienzudamente por ella y su marido Juan Pereira, resultó ser una especie de rostro informe. La examinaron una y otra vez, sin saber ciertamente de lo que se trataba. Miguel, hijo de la familia Pereira, conseguía imaginar un rostro. Ese día no se le dio mucha importancia, pero conforme transcurrían las horas aquel rostro sin forma se convertía en la imagen clara de una faz humana. La familia Pereira salió aterrada de la casa, cuando vieron al día siguiente esa imagen sobre el suelo de cemento. En el pueblo se despertó la curiosidad por la extraña imagen que en la casa de María había tenido aparición. Los propios vecinos, hacían referencia a que la imagen se parecía a la Santa Faz que hay en la Iglesia de Jaén, y la verdad es que la tenía.

Pánico en la casa de los Pereira
Miguel, presa de pánico junto con sus padres, procedió a picar el rostro que en el suelo de la cocina había aparecido. Pero poco unos meses más tarde, concretamente en Septiembre de ese mismo año, hacía aparición otro muy parecido al anterior. Esta vez la familia lo tomó con más filosofía y extrajo el rostro aparecido en el mismo lugar que el primero y lo colocó en la pared de la cocina con un cristal cubriéndole a modo de cuadro. En el lugar donde apareció la última cara, Miguel acompañado por el maestro de obras del Ayuntamiento de Bélmez de la Moraleda, excavó un foso en la cocina de la casa de 2’80 metros de profundidad por 1’50 de diámetro. El pensamiento unánime de todos los asistentes, era encontrar fotografías enterradas, que creían que podrían ser las causantes de la emulsión de las imágenes. Pero la verdad es que sólo encontraron numerosos huesos en el subsuelo de la casa de María, que en conjunto con la vivienda contigua y parte de la Iglesia, formaban parte de un antiguo cementerio del siglo XXIII, aunque la antigüedad del pueblo date del siglo XV. Todas estas fechas las proporcionaron los estudios efectuados por el C14 ( Carbono 14 ) en una universidad española.Al poco tiempo, tras enlucir el suelo de nuevo con cemento, concretamente el 10 de septiembre de 1971, nuevos rostros hicieron aparición en gran número , esta vez en torno a uno central más imperfecto y difuminado. La verdad es que tampoco tuvo tiempo de esclarecerse demasiado, porque el joven Miguel aterrado por la aparición de estos rostros procedió a picarlos dejando los fragmentos junto a la pared del fogón, lugar donde han estado hasta hace muy poco.




El fenómeno persistía de manera implacable
Pero ocurrió lo esperado. Los rostros, volvieron a hacer aparición en el suelo de la cocina. Se podían distinguir rostros femeninos y masculinos, con trajes y desnudos y a veces meciendo sus cabellos al viento . El día 1 de Noviembre de 1975, en presencia del conocido parapsicólogo don Germán de Argumosa así como de otros acompañantes célebres de la parapsicología, se procedió a levantar del suelo de la cocina la imagen hoy en día más clara, la imagen bautizada como "el pelao". Los hijos de María procedieron ese mismo día a restablecer el suelo de la casa enluciéndolo con cemento. No a mucho tardar, el 18 de ese mismo mes hicieron aparición nuevos rostros que pudieron verse claramente a lo largo de un periodo de tiempo, ya que en el mes de Diciembre de 1976 las figuras que se encontraban en una parte de la casa, comenzaron a desaparecer y formarse otros diferentes encima de ellas.Muchas gentes han atribuido al fenómeno, manipulación personal o bien simplemente que alguien se divertía pintando las extrañas formas y burlándose de la gente. Esto, hay que decir que se cae por su propio peso. Grandes investigadores de todo el mundo Hans Bender, Germán de Argumosa, etc. han pasado sus equipos por esta popular casa de Bélmez de la Moraleda. Muchas universidades de Europa y Argentina, han estudiado los fragmentos de las caras que en el lugar se obtuvieron. Nadie, repito, nadie ha sido capaz de demostrar que el fenómeno que se produce en el suelo de la cocina de María Gómez Cámara, se trate de algún tipo de pintura, tintura o similares productos tales como nitratos y cloruros o incluso sales de plata.
Comienza la Investigación de campo
El pasado día 5 de Abril de 1996, me dispuse a partir hacia ese misterioso lugar encallado en el fondo de la Sierra Mágina, en la provincia de Jaén. J.J. Requena, Antonio García y Manuel Capella investigadores del S.E.I.P. ( Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas ) accedieron al viaje y me acompañaron para realizar informe y presenciar las investigaciones que pretendía llevar a cabo. Tras tomar contacto con María y esta acceder a una dura y exhaustiva investigación del fenómeno y de las propiamente dichas teleplástias, el mismo viernes por la noche comenzamos a preparar los equipos que íbamos a utilizar a lo largo de la investigación. Amaneció un lluvioso día, cosa bastante común en aquel lugar y como ya veremos en el desarrollo de las investigaciones, quizás pueda ser la causa del mantenimiento de las famosas teleplástias de Bélmez de la Moraleda. Nos dispusimos a ir hacia el lugar una vez tomado un copioso desayuno en la posada de Lorenzo. María nos recibió un poco recelosa pero con júbilo, como ella dice "le gusta que los científicos investiguen en su casa, para saber si se saca algo en claro". Realizamos un vasto y amplio documental fotográfico con películas de diversas características. Filmamos con vídeo y con película sensible al infrarrojo, todas las apariciones de los rostros e imágenes que se mostraban en el suelo de la cocina y del "hall" pasillo de entrada a la vivienda. Pudieron contabilizarse en total más de 15 imágenes diferentes en las dependencias antes mencionadas. Una de las imágenes más características es la de "el pelao", imagen que ha sido sometida a numerosas pruebas y exámenes científicos demostrando la autenticidad de la misma.

Algo que no podía faltar:Las Psicofonías
El experimento por excelencia que no podía faltar, era el de la Psicofonía. Han sido muy famosas las psicofonías obtenidas por el parapsicólogo Germán de Argumosa y su grupo de investigación. Pero evidentemente yo debía intentar conseguir "mis propias voces". Se dispusieron un total de tres magnetofones. El numerado como 1, era el que iba recogiendo todas las conversaciones de fondo de manera que en caso de inclusión psicofónica, poder corroborar que no se trata de un simple ruido producido por un agente externo. El segundo magnetofón, se encontraba escondido y nadie de los asistentes tenía conocimiento del mismo. Este trataría de identificar posibles fraudes por parte de alguno de los investigadores o asistentes a la investigación. Por último, el denominado como 3, era el aparato con el que se realizaban las experiencias de transcomunicación y su posterior análisis psicofónico. El primer aparato se colocó junto a la segunda de las imágenes aparecidas, la que se encuentra hoy en día enmarcada en la pared de la cocina. El segundo se encontraba en el interior de mi maleta de investigación y el tercero estaba situado en la mesa junto a María y yo, habiendo colocado el micrófono junto a la teleplástia de " el pelao", apoyada en la pared del hogar de la cocina. En el lugar existía un factor de radiación inferior a 15 Rem / Hora, una medida normal y corriente. La humedad, se disparaba de una manera asombrosa. La temperatura rondaba los 11ºC en el interior de la cocina. El nivel de detección del polígrafo conectado a una de las plantas, era normal. Se estableció un sistema para evitar el ruido que procedía del exterior anulando el mismo de una forma muy sencilla. Y el nivel de campos electromagnéticos era completamente nulo, quizás dado el extremado grosor de las paredes de la casa.

1 comentario:

  1. Hace 35 años gateaba por el suelo y con mis ojos curiosos de niña buscaba nuevas caras durante las calurosas noches de verano en Bélmez.Acompañaba a mi abuela para dormir como el resto de mis primos. María y su marido eran gente humilde, normal y respetuosa, gente de pueblo. Aguantaron durante años un continuo peregrinar de curiosos que querían ver el fenómeno. Bélmez y la familia de María nunca se beneficiaron de tan insólito hallazgo. Los que somos de Bélmez y hemos sufrido insultos y calumnias solo pedimos un respetuoso silencio por la memoria de Maria.

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