JUAN VILLAFUERTE: BÚSQUEDA INCESANTE
El guayaquileño Juan Villafuerte, nació en 1945. A este pintor la muerte le dio una carta de invitación temprana cuando tenía 32 años de edad. Cuyo carácter se mueve entre el delirio profundo de su mirada. La brega política de Juan Villafuerte esta unida a su arduo paso por la vida, su enfermedad, cómo vencer a los opresores sino empieza venciéndose a sí mismo. Villafuerte se ha visto a sí mismo y de ahí al hombre en el mundo, Jekyll y Hyde, y entre ellos ese espacio temporal y sensorial tan fino como filo de un bisturí, para buscar, incesante, otra puerta, otros paisajes bajo el tamiz de su experiencia.
La vida siempre esta en otra parte, pues el ser humano, en su inconformidad. Sabe que la existencia es cause, movimiento, como el agua que corre, rompiendo la tierra para llegar ha ser mar.
La ciudad de quito ha visto muy pocas veces la obra del pintor Guayaquileño Juan Villafuerte. La escasa comunicación que ha existido y existe entre entidades culturales de todos los rincones del país ha ocasionado un desconocimiento de la plástica ecuatoriana en su totalidad. Sus dibujos es lo que mas llama la atención de este creador al verlo. La época en que le tocó vivir fue la de la invasión norteamericana en Vietnam. Mientras que en el Ecuador nacía la nueva oligarquía dominante y el “bobo” populismo enceguecido. A ese mundo el Guayaquileño lo retrato con ironía, con intuición con versos críticos hechos cuadros. Sus trazos nos evocan una reflexión sobre lo que vivimos.
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